Literalmente, cosas "incomprensibles"
Todos los seres humanos estamos propensos a que nos ocurran diferentes vicisitudes en la vida que nos pueden afectar negativamente. Nos podemos entristecer, deprimir, sentir desamparados, afectarnos por la soledad a cualquier edad, sentirnos fracasados, traicionados, no amados, rechazados, angustiados, afligidos, usados por otros, humillados, agobiados, acomplejados ante otros, orgullosos, prepotentes y a la vez insuficientes, aterrados, atemorizados, paralizados por desafíos de toda clase, en bancarrota de todo tipo, desvalidos, perseguidos, derrotados, tensos, descontrolados hasta la locura, en fin, nuestra fragilidad se evidencia por todo lado.
Si tu llamas a una persona por teléfono, y no responde, lo vuelves a intentar, pero si eso es así una y otra vez, que nunca contesta, entonces lo dejas de llamar, porque no contesta, pero si lees otra vez Jer.33:3 dice que “yo te responderé”. Eso entonces debe animarnos a clamar a Dios. En el Sal.91:15 se reafirma la verdad de que si clamo Él me responde: “Me invocará, y yo le responderé; con él estaré yo en la angustia; lo libraré y le glorificaré.”.
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