Poder Para Cambiar
Experimente el poder del cambio:
El Poder del Cambio se refiere realmente acerca de una sola cosa: conocer a Jesús.
Los siguientes cuatro principios le ayudarán a descubrir cómo una persona puede empezar a tener una relación con Jesús y experimentar verdaderamente el poder del cambio.
Primer principio
Dios le ha creado a usted. Y no solamente eso, sino que le ama tanto que desea que pase la eternidad con Él. Jesús dijo, “Porque tanto amó Dios al mundo, que dio a su Hijo unigénito, para que todo el que cree en él no se pierda, sino que tenga vida eterna.” (Juan 3:16).
Jesús ha venido para que cada uno de nosotros pudiéramos conocer y entender a Dios de una forma personal. Sólo Jesús le puede dar significado y propósito en la vida.
¿Qué evita que conozca a Dios?
Segundo principio
La verdad es que necesitamos a Jesús. La Biblia dice, “pues todos han pecado y están privados de la gloria de Dios” (Romanos 3:23). A pesar de que Dios desea tener una relación con nosotros, por naturaleza queremos hacer las cosas a nuestra manera. Somos personas tercas y egoístas pero con frecuencia no somos capaces de llevar a cabo hasta el fin nuestras promesas. Sin importar cuánto tratemos, siempre tropezamos.
Dentro de nosotros, nuestra actitud quizás sea similar a la de una rebelión activa o una indiferencia pasiva, pero cualquiera que sea la actitud, éstas son evidencias de lo que la Biblia llama pecado; un viejo término que literalmente significa “faltar al blanco”.
La Biblia dice que la paga del pecado de nuestras vidas es la muerte (Romanos 6:23), que es la separación espiritual con Dios. A pesar de que intentamos alcanzar a Dios por medio de nuestros propios esfuerzos, inevitablemente fracasamos. Simplemente nunca podremos ser suficientemente buenos.
Este dibujo demuestra el gran vacío que existe entre nosotros y Dios. Las flechas ilustran que siempre estamos tratando de alcanzar a Dios y de encontrar una vida con significado usando nuestros propios esfuerzos. Tratamos de hacer buenas obras o tomar nuevas filosofías que nos puedan guiar... pero inevitablemente seguimos fracasando.
El tercer principio explica la única forma de cerrar este gran vacío...
Tercer principio
Jesucristo es la solución de Dios al problema de la imperfección humana y la maldad. Gracias a la muerte de Jesús en la cruz, no tenemos que estar separados de Dios nunca más. Jesús pagó por el precio de nuestros pecados y por eso ha cerrado el vacío entre nosotros y Dios.
En vez de seguir intentando alcanzar a Dios, simplemente tenemos que aceptar que Jesús y su sacrificio por nosotros son el único camino a Dios. “--Yo soy el camino, la verdad y la vida --le contestó Jesús--. Nadie llega al Padre sino por mí.” (Juan 14:6). Él además dijo, “--Yo soy el camino, la verdad y la vida --le contestó Jesús--. Nadie llega al Padre sino por mí.” (Juan 14:6). Él además dijo, “--Yo soy la resurrección y la vida. El que cree en mí vivirá, aunque muera; y todo el que vive y cree en mí no morirá jamás. ¿Crees esto?” (Juan 11:25-26).
Pero no sólo Jesús murió por nuestros pecados, sino que también resucitó de los muertos (1 Corintios 15:3-6). Y cuando hizo esto, nos demostró sin lugar a duda que legítimamente puede prometernos la vida eterna, que Él es el Hijo de Dios y que Él es el único camino por el cual podremos conocer a Dios.
Sin embargo, el solo conocer los planes y propósitos de Dios no es suficiente. Necesitamos aceptar a Jesucristo, quien es el pago de nuestros pecados, e invitarle a entrar en nuestras vidas.
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