" Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para
que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna. "
La palabra castellana "amor" es muy inadecuada para expresar la profundidad del solícito interés que expresan las palabras griegas agáp , "amor" y " agapáÇ , " "amar" . El amor es el atributo resaltante del Creador respecto a sus criaturas. Es la fuerza predominante en el gobierno divino. "Dios es amor" (1 Juan 4: 8).
Juan se refiere a sí mismo como "aquel discípulo a quien Jesús amaba" , es decir, el que era más amado. Sencillamente, la razón era que Juan -más que cualquiera de los otros discípulos- se sometió a la influencia de la perfecta vida de Jesús y finalmente llegó a comprender y reflejar la perfección de esa vida más plenamente que ellos . Juan estaba mejor preparado que los otros discípulos para apreciar la magnitud del amor divino y para explicarlo a sus prójimos. Esto intenta hacerlo en cap. 3: 16: " " De tal manera amó Dios" " , y en 1 Juan 3: 1 exclama otra vez: "Mirad, cuál amor nos ha dado el Padre" . Le faltaban palabras para expresar la profundidad de ese amor eterno e inmutable, y Juan sencillamente invita a los hombres para que lo "miren" o "contemplen". La expresión suprema del amor divino es la dádiva que hizo el Padre al entregar a su propio Hijo (Juan 3: 16), mediante el cual se hace posible que seamos "llamados hijos de Dios" " (1 Juan 3: 1). " "Nadie tiene mayor amor que éste, que uno ponga su vida por sus amigos" " (Juan 15: 13).
El amor de Dios abarca a toda la humanidad, pero beneficia directamente sólo a los que responden a ese amor (ver com. Juan 1: 12). El amor requiere reciprocidad para ser plenamente efectivo. Pero es significativo que el amor de Dios abarque tanto a los que lo rechazan como a los que lo aceptan. Ninguno de los perdidos puede acusar a Dios de que no lo ama. Afirmar que Dios ha predestinado a algunas personas para que se pierdan -sin tomar en cuenta la propia elección de ellas en ese asunto- es como decir que las aborrece. Es tildarlo de injusto y hacerlo responsable por el destino de ellas.
Que ha dado.
El amor es genuino sólo cuando está en acción. El amor de Dios por los pecadores lo indujo a dar todo lo que tenía por la salvación de ellos . La esencia del amor es sacrificar el yo en favor de otros; el egoísmo es la antítesis del amor.
No hay límites para el amor de Dios. No hay nadie a quien él arbitrariamente le rehúse los beneficios de la gracia salvadora. Sólo hay una condición: creer en Cristo y cooperar voluntariamente con él. Ver com. cap. 1: 12. La bondad de Dios es la que induce a los hombres al arrepentimiento (Rom. 2: 4). Es la luz del sol de su amor la que enternece los corazones endurecidos, rescata a los perdidos y convierte a los pecadores en santos.
"La paga del pecado es muerte" " (Rom. 6: 23). Lo opuesto de la "vida eterna" no es un sufrimiento eterno, sino aniquilación eterna, muerte eterna. El pecado tiene en sí mismo las semillas de la disolución. El resultado es la muerte, no simplemente porque Dios lo quiera, sino porque el pecador ha elegido separarse de Dios, la fuente de la vida.
En 1 Juan 5: 11 el evangelista destaca el hecho de que Dios "nos ha dado vida eterna ,El don de la vida eterna se concretó 908 cuando Dios dio el inefable don de su único Hijo. El cristiano sincero tiene el privilegio de regocijarse en que tiene "vida eterna" ahora , como una dádiva de Dios y "esta vida está en su Hijo" (1 Juan 5: 11; . cap. 3: 2). " "El que tiene al Hijo, tiene la vida; el que no tiene al Hijo de Dios, no tiene la vida" " (1 Juan 5: 12). La posesión de la vida eterna depende de que Cristo habite por fe en el corazón. El que cree tiene vida eterna y "ha pasado de muerte a vida"
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